Es una prueba muy sencilla que sirve para detectar un posible daño en la mácula causante de la degeneración macular, una enfermedad degenerativa que da lugar a la pérdida progresiva de la visión. Es una enfermedad que de momento no se puede curar pero si frenar, por eso es tan importante la detección precoz. La prueba consiste en mirar fijamente un tablero con líneas rectas horizontales y verticales que se cruzan, con un punto negro en el centro. El paciente deberá taparse un ojo y con el otro fijar la vista en el punto. Si no tienes ningún problema ocular, verás todas las líneas rectas, sin embargo si ves las líneas borrosas o distorsionadas puedes tener algún problema a tratar.
